Todo tiempo pasado fue mejor...

Tendría algo de siete u ocho años cuando paseaba con mi padre por la Alameda en Santiago de Chile. Yo siempre con la cara en alto mirando los bellos y viejos edificios de principio de siglo pasado. A menudo me dolía el cuello. Me encantaban los rococos y sus formas retorcidas, terrazas grandiosas y balcones parisienses. Había muchos, alguno de ellos en muy mal estado y le preguntaba a mi padre por qué esas casas y edificios tan bellos parecían abandonados, por qué al lado de magistrales construcciones ponían aberraciones cuadradas, sin formas graciosas como los que yo admiraba… Mi padre se reía y me explicaba…  mi padre se reía y me decía que me gustaba lo viejo; “te encanta lo viejo igual que a mi”… así me repetía constantemente. Mi padre no era profesor de historia en vano.

Siempre me han fascinado las construcciones y la arquitectura antigua, siempre me gustó rasguñar los cachureos para encontrar tesoros empolvados. Siempre me deleitó ir a San Diego y enterrarme en  la rumba de libros usados y oler la historia que en sus manidas cubiertas contaban a viva voz…. Siempre!

Y heme aquí, aunque un poco más clínico, haciendo lo mismo -  por internet muchas veces….

Encontré una joya de la literatura española, Platero y yo… Este fue el primer libro que leí en mi vida. Alentada por mi madre (profesora de castellano y literatura en ese tiempo) , cada noche me daba un pequeño empujón para mi lectura diaria. Cada jornada, un capítulo y luego lo guardaba bajo la almohada. Así, sin darme cuenta lo leí enterito  y me encantó! Hoy se le he comprado a Thomas en Inglés para revivir juntos la nostalgia de mi niñez.

Kafka , maestro!  Negro y desesperado.

El Principito… uf! Este ya lo tenemos en tres idiomas y en muchas ediciones, pero nos faltaba el de Pop- ups, o 3D… Este es un clásico que debe ser leído al menos 4 veces en la vida!