Me pasé mucho tiempo tratando de que Thomas calzara con el standard de niños de esta sociedad inglesa. Le prohibí tantas cosas que por naturaleza se le era natural (como defenderse cuando era molestado o acosado por otros niños). Un puñete bien dado es el fin del acoso. Siempre!
Hoy lo escucho hablar y reflexionar sobre una cantidad de sucesos que ha vivido y no sólo me siento orgullosa, sino que esta vez y por fin me echo al bolsillo el molde con que son medidos tantos niños británicos para crear el perfecto ladrillo en la pared.
Thomas hace sus tareas sin pedir nada a cambio, pues comprende que el fin último es su propio beneficio y de nadie más. Thomas no me pide juguetes porque creer y siente que lo tiene todo y está contento con eso. Ya no lo obligaré a que me haga una lista para la pascua, como lo hacen la mayoría.
Tiene todas las consolas de juegos de video Xbox, Nintendo DSi, Nintendo wii, Playstation 3, su propio computador y aún así, no es adicto a ellos. Su Nintedo Dsi lo ocupa más como cámara fotográfica y note pad.
Thomas ayuda en la casa porque le gusta ver ordenado. Hace su habitación, dobla su ropa, porque le gusta ver su entorno organizado. Entiende que los deberes de la casa son compartidos porque a todos nos toca hacer algo y él no es menos. Además, entiende las consecuencias de dejar comida tirada, como las hormigas y las moscas (peor en verano), y a él le cargan los bichos. Yo no tengo que persuadirlo ni negociar sus labores, son y punto. Él tiene el deber de hacerlas - y las hace.
Thomas se come toda la comida, lo que le pongan. Hace un esfuerzo de comer lo que no le gusta, me pregunta que vitamina y beneficio tienen los alimentos y se lo come igual. Cuando está satisfecho sabe parar y me dice que ya tuvo suficiente; lo que normalmente son raciones normales para un niño. Cero gula.
Jamás se ha hecho pipí en la cama, desde niño se levantaba solito y bajaba las escaleras de su cama en alto para ir al baño. Independiente y calladito ha hacho todo.
En el colegio se porta bien. Evita a los niños problemas y se junta con cabros tranquilos e interesantes. Sueña despierto y observa por la ventana contando las nubes en el cielo, es cierto, cuando “debiera” estar escuchando al profesor…. Y por qué no? A caso mirar por la ventana no es entretenido?
No mira al para el lado con mala ambición, no compite, ni envidia lo que el otro tiene o no tiene… A veces se queja del sol (pues siempre en este país está nublado). Pero también le gusta estar en casa cuando los días están fríos y ver películas conmigo acompañado de leche y galletitas.
Mi hijo habla cuando tiene que hablar y calla cuando tiene que callar. Trata de no responder con insolencia y aunque le cuesta pedir perdón (por orgullo), finalmente lo hace.
Tiene solamente 9 años y por mucho tiempo lo llamé “gótico” a sus espaldas - por su inclinación temprana a la melancolía (así como los teens). Es callado y observante, selectivamente extravertido. Viejo chico para algunos. Pero tomando y dejando, es un niño la raja! Yo gozo cada momento con él. Ha sido mi compañero de horas largas y solitarias en escenarios nebulosos… el sólo me tomaba la manito y me miraba con esos ojitos de luna azul. Todavía me la toma y aunque no está de acuerdo en todo lo que digo y hago, me da su opinión luego de pedir la palabra. Lindo.
