Los niños ingleses son una raza aparte. Para mí un descubrimiento a diario. Mis hijos son chilenos. Su madre es chilena, por lo tanto están hechos de “chicha y copihue”, hasta que se crían en ambiente inglés, con su padre inglés, clima inglés e intereses ingleses… y todo cambia.
El tiempo, las nubes, la lluvia constante los moldea trascendentalmente en niños Indoors y las disciplinas intelectuales se perfilan como las de mayor fuerza, es que no quedan muchas opciones. El cuero de chancho sale a jugar futbol con granizo y cero grado. Los míos, algo mas mimados, hacen cosas, crean, leen en el confort, comodidad y seguridad de su propio hogar. Los obligo a salir, y ligerito ya quieren volver… les gusta estar en casa!
Yo jugué con barro en interminables juegos de tazas y once con gusanos y hojas de arboles. Me pasaba hasta el anochecer andando en bicicleta, solamente cuando mi madre nos gritaba para entrarnos. Llegábamos sucios de tanto callejear, de tanto pasarla bien con los amigos, los monopatines, cuerdas y elásticos. Otros tiempos, otro clima.
Thomas cultiva el origami, Sean cuenta en su ábaco… yo tejo.