Llorar por
amor puede ser tan siútico como llorar con una pieza musical. Lo crees? Hay
temas o composiciones que, a pesar de haber sido gestadas hace un par de siglos
o un par de décadas, nos tocan el alma de una forma mágica. Así como una
descarga de energía que difícilmente se explica. El poder de la música: Único,
potente, embellecedor, mágico, transformante!
Con mi hijo
nos fuimos a escuchar a la Orquesta de graduados de Cambridge. Rachmaninov,
nada más - ni nada menos que Concierto Número 2, con esos 3 movimientos para
llorar!
Dios salve
a Rachmaninov y el placer que nos da en esta vida y sus tribulaciones.
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