Yo de ortodoxa no tengo nada! El tejido lo hago al ojo sin seguir patrones, y los queques algo parecido. Hoy me arriesgué con esta tarta y al hornear la base fue algo así como " el maestro chasquilla " de Chile, pero resultó, y eso es lo que vale.
Este es una canastito de frutas de la estación, un tarta veraniega que deleita el paladar y la vista.
En una base de bizcocho se agrega crema pastelera y luego se van poniendo las rodajas de frutas en forma de decoración. Yo utilicé durazno en conserva, kiwi y frutillas frescas. Y ya está!
Se sella con un poco de mermelada de damasco o durazno y se va pintando delicadamente en la superficie. Previamente, la mermelada debe haberse calentado para que se vuelva algo acuosa y luego colar para dejar los sedimentos y pintar sólo con el líquido. Así no se seca la fruta y pone todo en su lugar como una goma de pegar.
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